Le
salió muy costoso un comentario hecho en twitter a la atleta griega Voula
Papachristou, bastante racista por cierto, puesto que le costó la suspensión
del equipo olímpico de su país y ya no podrá participar en los próximos juegos
olímpicos de Londres.
Y
es que por más que se disculpe y diga que no pretendía ofender a nadie, su
comentario fue claramente racista y el comité organizador hace bien en defender
los valores olímpicos, agredidos por la atleta.
Aunque
soy detractor del racismo, también soy defensor de la libertad de expresión;
principalmente en las redes sociales y, aunque entiendo la posición de la
federación griega y del comité olímpico, quienes pretenden enaltecer unos
valores deportivos que se han fomentado desde siglos atrás, considero que cada
quién es libre de expresarse como quiera. Ya es cuestión de que cada quien sea los suficientemente inteligente
para darse cuenta del poder que puede llegar a tener una opinión personal, aún
más si se trata de una figura pública.
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