Como
bien sabemos, el periodismo ha sufrido cambios a lo largo de la historia. Todas
estas transformaciones fueron obligadas por el que en un comienzo se le
consideró el “enemigo” del periodismo, la tecnología. El periodismo, al ver que
no podía dejarse vencer por la inmediatez y "comodidad" de el avance
tecnológico, decidió seguirle el paso a la tecnología, evolucionando al tiempo
con ésta y algunas veces tomando el
mando.
En
la era gregoriana se pensó en el fin del periodismo por la aparición del
telégrafo, pero el periodismo fue más astuto y lo convirtió en un aliado para
el envío de información a la prensa con más eficacia. Y así con el pasar de los
años, el periodismo ha venido adoptando los avances tecnológicos como un medio
y complemento de la creación y proliferación de información como hoy lo vemos,
Internet, el cable, relatos digitales etc.
Con la aparición de la gran red mundial (Internet) se han
facilitado las relaciones y la comunicación en general. Su amplio alcance, su
falta de regulaciones hace que sea más apetecida y “aprovechada” por grandes
empresas y usuarios. Aunque se considera un arma de doble filo (hablando de
internet) por la facilidad en la que algunos productos pueden ser remplazados
de la noche a la mañana por esa búsqueda innovadora de un medio social, deja
que el periodismo se esparza más rápido, en menos tiempo y más preciso.
Los comunicadores sociales como esponjas
Es
nuestro deber, como comunicadores sociales, aprender y aprehender todo tipo de
herramientas, conceptos y tendencias que se pasen por nuestras narices si
detectamos en estos algún tipo de usabilidad que pueda hacer nuestro trabajo,
ya sea para el momento de creación o para la distribución o colaboración. Como
esponjas debemos estar atentos y en especial de todo aquello que nos ofrece
internet, siendo el medio que más ha evolucionado y crecido en los últimos
años.
Internet,
los correos electrónicos y las redes sociales tienen la facultad de conectarnos
con el mundo entero en segundos y, principalmente nos ofrecen la posibilidad de
obtener cierta ubicuidad en nuestras labores, puesto que nos permite
informarnos, contactarnos y hacernos conocer con el mundo que no tenemos frente
a frente. Es eso exactamente lo que debemos explotar como comunicadores.
En
relación al texto, lo que más nos llama la atención y creemos que podemos
rescatar, es todo lo relacionado con el cliente como innovador. Es fundamental
no sólo estar dispuesto a recibir comentarios, opiniones y sugerencias de los
clientes y usuarios a los que les ofrecemos cualquier tipo de producto o
servicio, también es imperante brindarle las herramientas para que esto sea
posible. Es aquí que las redes sociales pueden y deben pasar a un primer plano
en el que trasciendan de ser un mero contacto con el exterior o el interior de
nuestro ecosistema laboral y profesional; será de mucho beneficio para nosotros
si las usamos pensando en un todo, es decir, aprehendiendo todo aquello que el
tiempo tiene para enseñarnos sobre los servicios que internet y los medios
participativos tienen para ofrecer y que pueden ser utilizados en nuestro
beneficio.
A
modo de crítica o comentario, pensamos que el capítulo leído tiene una
escritura y una presentación de la información como si estuviera en internet,
es decir, tiene demasiada información y a veces los temas son abandonados
abruptamente para dar paso a otro. Sentimos que la escritura del mismo se
asemejaba a pantallazos en el computador y no quiere decir que sea un defecto, pero
sí notamos estas características que nos hicieron considerar mejor la manera en
cómo sería nuestra aproximación a la lectura.
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