martes, 6 de marzo de 2012

Érase una vez un tal Comic Chat #cybercult


Era el año 1998, lo sé con certeza porque yo estaba cursando décimo grado y fue tal vez el año rebelde de mi adolescencia, hijo de padres separados, supe lo que fue dejar el nido materno y explorar las nuevas posibilidades de vivir con el progenitor, como poder acostarme más tarde o simplemente, disfrutar del flamante computador Hewlett Packard multimedia que acababa de comprar y que venía con una novedosa herramienta para mi mundo llamada internet.

¡Mijo, sálgase de internet que necesito usar el teléfono! Decía mi padre con cierto mal humor cada que tomaba el auricular y por supuesto yo le contestaba ¡ah, me lo desconectó!, menos mal que también tenía el cd-rom de Encarta 97 para seguir en mi precoz y creciente pasatiempo de mirar y mirar una pantalla.

En ese entonces internet a mi me servía para bajar fotos de mis grupos favoritos y navegar por sus primitivos sitios web para encontrar letras de sus canciones, o para buscar ilustraciones de El Señor de los Anillos, a eso se limitaba, pero recuerdo que un primo me recomendó Microsoft Comic Chat, un novedoso programa en el que podía conversar, o como aprendí a llamarlo, “chatear” con personas del todo el mundo a través de una herramienta que simulaba gráficamente un comic, y que a modo casi de una obra de teatro se actuaba según el personaje determinado y a medida que se conversaba, se generaban las viñetas del comic y crecía la conversación misma.

La principal motivación de este chat, lanzado en 1996 era representar visualmente una conversación, para poder tener un registro no sólo textual sino gráfico, en el que tomaba una nueva importancia la manera en que se podían expresar emociones por medio de gestos o expresiones propias del comic, que incluso se podían imprimir o guardar como una pequeña representación artística de las conversaciones. Pensemos en la importancia que tienen los emoticones hoy en día en un chat, creo que no somos capaces de expresar alegría sin usar un :), ¿o sí?


http://www.digitalspace.com/avatars/cchat.html

Al ingresar a una variedad de salas de chat en las que yo siempre escogía un extraterrestre, podía experimentar algo que para mi era absolutamente nuevo, tener contacto con personas que no conocía a través de una pantalla, reitero, hace 14 años esto era una novedad en mi mundo.

Para hablar en términos actuales, este chat era un IRC (protocol for real-time Internet text messaging) y brindaba la posibilidad de escoger un “avatar” predeterminado e ingresar a foros de diferentes categorías para entablar conversaciones con personas de todo el mundo. Sólo bastaba escoger dicho personaje y escribir los diálogos en una casilla para que éstos automáticamente se adaptaran en al formato de comic y fueran apareciendo a medida que avanzaba la conversación. Existían entonces diferentes tipos de globos o bocadillos para diferenciar los estados de ánimo o para hacer diferentes énfasis, así como herramientas para cambiar de fuente.
A diferencia de los chats que conocemos hoy en día, no existía la posibilidad de personalizar los amigos y contactos, el Comic Chat se limitaba a brindar diferentes foros o salas en las que prácticamente a ciegas se ingresaba a esperar que otro usuario contestara y entablar así una conversación. Recuerdo que muchas veces me pasaba varios minutos hasta que alguien me contestaba y de hecho a veces no eran amigables, ya que algunos me consideraban un forastero y me “obligaban” a abandonar el chat.

http://kurlander.net/DJ/Projects/ComicChat/resources.html
Considero pertinente para el tema que nos encontramos tratando en la materia cibercultura, la inmersión en el ciberespacio y, qué mejor manera de introducir este tema que compartiéndoles esa experiencia que hace tantos años era tan novedosa y que hoy en día puede parecer tan trivial, es decir: chatear ¡pfff!. ¿Quién quisiera de hecho representar sus conversaciones en línea con dibujos o viñetas e imprimirlas para tener un recuerdo de ellas cuando estamos en la era de las comunicaciones virtuales en las que podemos mirarnos a través de la pantalla en tiempo real? No sé, ahí les dejo la inquietud.







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